Mi columna de hoy

Olga Lara y Vickiana

La producción de los premios Soberano anunció que en la entrega de este año incluirá un segmento dedicado a Olga Lara y Vickiana, las dos cantantes solistas de mayor popularidad y resonancia  de la denominada época dorada de la música popular criolla en los años ochenta.

Si el merengue alcanzó en esos años su mayor auge y proyección, la canción romantica logró lo propio con Vickiana y Olga Lara como estandartes.

Se dirá que fue merced a la rivalidad que el público creó en torno a ambas intérpretes, pero entonces se tendría que admitir que lo mismo sucedió con los más populares exponentes del merengue que también competían por el predominio en el género, como fueron Johnny Ventura y Wilfrido Vargas.

El caso es que Vickiana y Olga fueron las únicas en capacidad de medir su popularidad llenando estadios, y creando una corriente de público amplia, con una fanaticada que curiosamente se ha mantenido a través del tiempo, a juzgar por un  debate que se manifiesta ahora en las redes sociales.

Solo hizo Acroarte anunciar el segmento de ellas en el premio Soberano, para que se originara un debate en torno a ellas con fanáticos de ambas, acreditándolas o descalificándolas.

Están como en los viejos tiempos.

Es evidente que la efervescencia por las cantantes solistas, se fue con ellas, desde que Olga Lara se retiró, dejando a Vickiana viviendo de sus reminiscencias.

Ninguna otra ha podido sustituirlas, y hasta el premio a la Cantante Solista del Año entró en crisis, pues en los últimos años no han encontrado a quien otorgárselo y lo han dejado desierto.

El que hayan revivido la vieja rivalidad, empero, deja algo claro.

Un vacío que nadie ha podido llenar.