jueves, 26 de febrero de 2015

¡Llegó Bongó!...digo, la prensa.

Cuando con la prensa se  juega al “tin marín de dos pingué, cúcara máscara titiri fué”
Cuando empecé a laborar en El Nacional en el año 1973 los periodistas  colocaban en los cristales delanteros de sus vehículos un letrero que decía "prensa", con el cual procuraban obtener ventajas, consideraciones y facilidades en el desempeño de sus actividades, sobre todo con los policías de tránsito.
Después de todo, en países como los Estados Unidos, los periodistas tenían carnet de la Policia, y autorización en sus vehículos para hasta meterse y transitar en vía contraria, así como para estacionarse en espacios prohibidos para el común de los ciudadanos.
Es decir, en el ejercicio de sus funciones, se le daban todo tipo de facilidades, para que cuando fueran a cubrir sus fuentes noticiosas, sobre todo en casos de emergencias, no confrontaran dificultades.
Aquí se copiaba, aunque con limitaciones obvias, ese proceder con la prensa de las autoridades norteamericanas.
Donde llegaba alguien con el letrero de prensa, le habrían paso, y hasta te gestionaban estacionarese en el parqueo del jefe.

Al principio llegamos a usar en nuestro primer vehículo el letrero de "prensa",  pero de inmediato lo descartamos, al ver que todos los "enganchados", que no eran periodistas, lo usaban  para buscar indulgencia y trato preferencial, sin que nadie se lo pudiera impedir.
Pero además, si el vehículo era de mi propiedad, que lo había pagado a plazos, ¿por qué razón tenía que andar con un letrero de prensa, con lo que se podía pensar que era un transporte  del periódico y no mío?.
¡Mandamos pal' carajo! el letrero de prensa, aunque muchos lo siguieron usando. 
Todo iba bien, hasta que a la policía (¡tenía que ser El Chavo!) , se le ocurrió colocarle letreros de "prensa" a sus van cerradas, para penetrar a los grupos que se manifestan, jugando al Caballo de Troya.
Los manifestantes, confiados, los dejaban pasar cuando llegaban, y ya en medio del grupo procedían a caerle a bombazos y a coger preso a los revoltosos, porque los tenían a mano.
De ahí en adelante el letrero de "prensa" en los vehículos valía menos que una "guayaba podrida".
El periodista que se acercaba a una manifestación con su letrero de "prensa", le entraban a pedradas, y hasta le quemaban el vehículo, pensando que era la policía.
Hasta ahí llegó el "palé" del letrerito de prensa...
Por lo demás, eso era antes, que aquí y en otras partes del mundo, había respeto por la prensa.
En la época de la Segunda Guerra Mundial a los corresponsables de guerra y a los voluntarios de la  Cruz Roja, no se le disparaba, y se les respetaba, como parte de acuerdos establecidos como normas entre naciones, que aún con la barbarie de las confrontaciones, mantenían un grado de civismo y un nivel de respeto hacia esas instituciones.
Hoy día los yidahistas del Estado Islámico, andan buscando periodistas a quienes ejecutar con la daga, o quemarlos vivos, para que sirva de ejemplo de su determinación en la búsqueda de la recomposición del ajedrez político del mundo,.
Y es que, a diferencia de aquí y de otras naciones del mundo, donde constituimos  "el cuarto poder", para ellos somos una mierda.

4 comentarios:

  1. Deberían los Yihadistas llevarse unos cuantos de los de aqui y quesmailos en vivus.

    ResponderEliminar
  2. Deberían los Yihadistas llevarse unos cuantos de los de aqui y quesmailos en vivus.

    ResponderEliminar
  3. Asi mismo pasa con el letrerito de los medicos,se relajo tanto que nadie le hace caso,solo ponen la cara de duda cuando ven uno.

    ResponderEliminar
  4. ahora dice el capo que en su triciclo el tenia un letrero de PRENSA

    ResponderEliminar

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios