El Club de las Mujeres que Intimidan

A mucha gente le ha llamado la atención el hecho de que  la merenguera típica María Díaz ha sido atacada por atracadores en tres ocasiones, y que en dos de ellas la han encontrado sola.
Parecería como si los delincuentes se estuvieran aprovechando de esa situación, y la ven como una presa fácil, no sabiendo como hemos dicho, que es una mujer con más agallas que un hombre, al momento de asumir una actitud de defensa hacia ella y los suyos.
Lo demostró al enfrentarse como una fiera a quienes perpetraron el último atraco en su residencia.
Pero su soledad ha sido motivo de preocupación, a tal punto que ayer, en una entrevista en el programa Vacilando la Tarde, la cuestionaron sobre el asunto.
Y dijo María, que otras personas le han tratado el tema de que no debería estar sola, incluyendo hasta su hija.
Y aunque lo dijo casi en son de broma, ella se plantea buscar un compañero, con el cual compartir su vida.
Siempre y cuando, advirtió, sea un hombre que respete su trabajo, pues no está dispuesta a sacrificar un ápice de su carrera artística.
Carrera que le ha costado mucho esfuerzo y sacrificio para llegar a donde está.
El caso es que, María Díaz se manifiesta dispuesta a la apertura hacia una relación sentimental de pareja.
Buena noticia, para quienes ven ella una mujer con todas las condiciones deseables para conquistarla, y ponerla en el pedestal que merece en términos amorosos y personales, porque en lo artístico ya lo tiene, y en lo económico, de seguro que también, lo cual para algunos representaría hasta una ventaja...
Ahora bien, la conclusión  a que el Oráculo ha llegado es que María Díaz pertenece al Club de las Mujeres que Intimidan a los Hombres.
Es lo que ella irradia, talvez sin percatarse, y probablemente si se le plantea el asunto, lo niegue.
Es lo que se percibe, independientemente de que ella se vea de otra manera.
Es parte su naturaleza interna, de los insondables designios que permean su ser artístico ciudadano...
De los elementos que entran en las zonas de tensión de la intrapersona, que no pueden ser observados, ni interpretados, desde la óptica de la superficialidad trivial y farandulera.
Un simple estudio y observación de su perfil, permiten llegar a esa conclusión.

Otra figura femenina en torno a la cual se ha creado un tabú, es Milagros Germán, La Diva.
De ella se afirma que no es "un maiz", en cuanto a carácter, por más chistes que haga en su programa, y asuma una actitud desendada. Después de todo eso es parte del show..
El "yo" interior, el "leit motiv" que determina y le imprime el ritmo interno a su ser, es lo que en definitivamente importa, al momento de estudiar y definir su personalidad.
Para ello bastaría con bascular la atención hacia sus momentos de "desambiguación", los cuales evidentemente tiene y afloran cuando menos cualquiera se espera, siempre y cuando la observación no se detenga en lo cursi y superficiales que por conveniencia, a veces, suelen ser las mujeres.
El hecho solo de que Milagros sobreviera al "enfant terrible" de Hatuey Decamps, en su momento de mayor efervescencia, siendo su esposa, habla claro de un carácter indomable, difícil de "torear", so pena de dejar la sangre en la arena.
Y después de un "cacique", como Hatuey.... Angel Muñiz y René Brea, probablemente le supieron a "caramelo".
Y es preferible no entrar en detalles...Pero, la Diva, es la Diva... Mortal por necesidad, con "orificio de entrada y no de salida", que son los peores balazos, que nadie se llame a engaño.
Ella misma en una ocasión confesó su carácter intimidatorio, caundo dijo en una entrevista que a veces  se ha encontrado en situaciones en que ha querido que un galán la corteje, pero que este no se atreve, temeroso de que no poder alcanzarla...
Como ocurre con muchos hombres, que se pierden del paraíso, teniéndolo al doblar de la esquina, y sin embargo lo ven lejos...

Lo de Zoila Luna ya es un tema de antología y estudios antropológicos cuando de hombres se trata.
Hace tiempo que ella marcó con un pedazo de carbón su línea de Pizarro, y desde entonces ha sido implacable e inmisericorde con los  hombres.
Quienes la conocen desde la época de su elisión matrimonial y los tormentosos sinsabores de aquellos tiempos, justifican su papel de mujer que "apunta y mata", y después "se averigua" si el "abordaje" era con intenciones buenas o malas.
El caso es no dejarse agarrar "asando batatas".
Ganas de seguro que no le quedaron de volver a inventar  con ningún patán.
Pero han pagado "justos por pecadores", aunque hay quienes sostienen que detrás de su fuerte carácter y el látigo que esgrime contra los hombres, hay una mujer muy tierna, amorosa, sensible, sentimental, que para encontrarla, hay naturalmente que hurgar  muy profundo.
Lo demás es puro fetiche, parafernalia, el personaje...
Carlos Batista y Domingo Bautista tienen el suyo.
¿Por qué no puede Zoila Luna desempeñar su rol como Presidenta del Club  de Mujeres que Intimidan a los Hombres?.
Después de todo lo hace muy bien.  Lástima que no la consideren para  un Oscar.

Aquí sí que se paran las aguas...
El que crea que va "a comer con su dama" con esta dama, también de la comunicación,  es mejor que intente hacer un juego de frambuesa de una pulpa de tamarindo, a ver qué le sale.
Porque si se hable de una mujer de temple y carácter, a toda prueba, esa es Nuria Piera.
Felucho no pudo doblegarla, ni  Pablo Mackinney con su flor de poeta tampoco. Y no hay que olvidar que las rosas tienen espinas...
Dicen que Nuria es la contraparte femenina de Bruce Willi en su personaje de Duro de Matar, aunque también en el fondo se desgrane en un mundo de sutilezas y detalles a los que pocos le llegan, forjada como ha sido, desde pequeña con una coraza que le ha impedido pendular y asumir actitudes maniqueístas, tan propias del ditirámbico medio en que vivimos.
Es Nuria una mujer de muchas pasiones reprimidas, que sin embargo se mantiene de manera permanente con el dedo puesto en el gatillo, y sin seguro, algo a lo que muchos hombres le temen como el diablo a la cruz.
Sobre todo algunos, que pretenden asaltar la diligencia, sin antifaz ni pañuelos, como en el Viejo Oeste.
Luego hablaremos de otro  club...¡El Club de las Mujeres Melcochosas!. Pero será en otra ocasión...Chupe usted y déjeme el cabo.