Crónica de arte boricua acaba con Don Omar

¡Ay, Don Omar!  

El arresto de Don Omar superó el show que hicieron las autoridades cuando arrestaron al licenciado Héctor Ferrer por violencia doméstica. En ambos casos son figuras públicas, pero con Don Omar el llamado lastre de ser reguetonero lo agrava.

¿Se perdió Don? ¿Dónde está el muchacho humilde que cantaba en la iglesia, que quería llevar su música y canciones a todo el mundo? ¿Dónde quedó su compromiso de cristiano que muy bien le enseñó su madre Toñita?

Don Omar comenzó su carrera con la idea de superar lo que había hasta ese momento; Daddy Yankee era el rey. La batalla la ganó William Omar Landrón, su nombre real, con Dale Don dale, con la que le rompió el espinazo a los reguetoneros en ese momento. De hecho, muchos no le perdonan que se llamara “El Rey”.

Cuando presentó su concierto en el Viejo San Juan paralizó el tránsito desde Plaza Las Américas hasta los muelles, donde llegaron miles y miles de fanáticos. Hasta ahora nadie lo ha superado y allí comprobó que en ese momento era “El Rey “ .

Don Omar es odiado por muchos por ser difícil con algunos periodistas; “guillú”, por creerse estrella de cine y decir siempre que es el mejor. La realidad es que se ha encerrado en sí mismo por su historial y, sobre todo, desde las acusaciones en el Tribunal de Carolina. Salió por la puerta ancha, pero le costó mucho. Varios estaban esperando otro resbalón, lo dio o lo ayudaron a darlo.

Ahora falta saber si las pruebas son irrefutables o si su la defensa puede demostrar que no es cierto. Lamentablemente para él no va a tener a Jackie Guerrido a su lado en el Tribunal.

Don tendrá que demostrar, fuera de toda duda razonable, que no agredió a quien lo acusa, ni con el pétalo de una rosa, ni con palabra alguna. De lo contrario, su situación no será fácil. Y, de ser hallado culpable y llegar a la cárcel, su vida jamás volverá a ser la misma.

(Milly Cangiano-Primera Fila-Primera Hora)